Lejos quedan aquellos tiempos en los que Monster Hunter era considerada una saga de nicho en Occidente. Poco a poco y entrega tras entrega, la caza mayor de Capcom ha ido ganando adeptos hasta convertirse en un fenómeno multimillonario que arrasa en todo el mundo, una explosión que terminó de producirse con Monster Hunter World, el juego más vendido de la historia de la compañía, lo que no es decir precisamente poco cuando hablamos de la desarrolladora de Resident Evil o Street Fighter.
Videoanálisis
Si algo nos gustó de aquel título fue el enorme paso hacia delante que se dio en muchos frentes, introduciendo innumerables mejoras de calidad de vida y accesibilidad junto a un buen puñado de novedades que le dieron frescura y revitalizaron una serie que, a pesar de haber mantenido siempre su calidad, estaba un poco estancada en su fórmula.
Siendo sinceros, tenemos que admitir que pensábamos que tardaríamos mucho tiempo en volver a ver un salto así en la saga, pero Capcom lleva unos años intratable y lo ha vuelto a hacer con Monster Hunter Rise, una nueva entrega para Nintendo Switch (el año que viene también llegará a PC) que nos ha dejado completamente alucinados. Si pensabais que por salir en la híbrida iba a tratarse de un título menor o menos ambicioso que su predecesor, haríais bien en replanteároslo, ya que no estamos ante simplemente “un Monster Hunter más”. Estamos ante el próximo paso en la evolución de la serie y ante el que es a día de hoy su juego más pulido, divertido y mejor diseñado.
Comienza una nueva cacería
Como podréis suponer, la premisa de esta nueva aventura es la misma de siempre: cumplir misiones en las que nos proponen cazar a grandes monstruos para así obtener materiales de ellos y fabricarnos nuevas armas y armaduras que, a su vez, mejoren a nuestro personaje y nos faciliten el poder enfrentarnos a criaturas cada vez más poderosas y peligrosas.
Su estructura es muy tradicional, dividiendo las misiones en dos tipos: Aldea y Sala. Las primeras están pensadas para ser jugadas en solitario y son las más fáciles, mientras que las segundas nos permiten afrontarlas en compañía de hasta tres cazadores más.
Eso sí, la dificultad de estas últimas siempre se ajusta al número de jugadores que haya en cada momento, de modo que también podremos superarlas jugando solos.
Esta vez nuestra base de operaciones desde la que podremos aceptar cacerías, comerciar y prepararnos para cada misión será la aldea Kamura, un precioso pueblecito inspirado en el Japón más clásico y tradicional que está siendo asediado por hordas de monstruos, un fenómeno conocido como el Frenesí. Por supuesto, hay una trama que nos llevará a investigar el origen de esta amenaza para encontrar la manera de acabar con ella, aunque se trata de un guion muy ligero y anecdótico que, además, no está todavía terminado y cuyo final no llegará hasta que se lance su segunda gran actualización de contenidos.
Escenarios, libertad y verticalidad
Sin embargo, a Monster Hunter no venimos a jugar por su historia y es al salir a cazar cuando el juego realmente brilla y desata todo su potencial. Probablemente, lo primero que os llame la atención cuando emprendáis una misión sean sus escenarios y lo muchísimo que se ha mejorado la movilidad de nuestro personaje por ellos. Al igual que en World, los mapas ya no están divididos por tiempos de carga y podremos desplazarnos por sus diferentes zonas de forma fluida y natural, aunque ahora el terreno jugable no se limita únicamente a los caminos marcados. Esto significa que esta vez podremos movernos campo a través para atajar, buscar secretos y recolectar recursos adicionales. O lo que es lo mismo: si ahora hay una gigantesca montaña entre el área 1 y 2, ya no estaremos obligados a bordearla para llegar de una zona a otra, pudiendo escalarla y atravesarla para acortar camino.
Esto es posible gracias al cordóptero, una nueva herramienta de la que disponemos y que podemos usar para escalar, engancharnos en el aire e impulsarnos hacia diferentes lugares, algo que incluso tiene sus propias aplicaciones durante los combates al permitirnos, por ejemplo, evitar un ataque que con una esquiva normal no sería posible.
Con esto en mente, Capcom ha diseñado unos escenarios brutalmente verticales y con infinidad de lugares que nos animarán a salirnos de los caminos principales para recoger recursos que nos puedan ayudar durante las misiones. La libertad que tenemos para movernos es total y raro será el sitio que veamos y al que no podamos acceder con un poco de “plataformeo”.
Un ecosistema vivo
Se nota que sus desarrolladores han querido crear unos ecosistemas ricos, interesantes y con vida propia que potencien la exploración y que den un mayor sentido a nuestras cacerías, algo que queda patente en infinidad de detalles, como el hecho de que el minimapa de cada región esté oculto por una niebla la primera vez que las visitemos o la introducción de la fauna local como un elemento clave de las misiones. Con esto último no nos referimos a los monstruos pequeños que deambulan por los escenarios, sino a una serie de pequeños animalillos que podremos recoger y usar como si fuesen objetos.
Cada terreno de caza tiene su propia fauna, así que en nuestra mano quedará aprendernos la localización de cada especie, los efectos que tienen durante un combate y cómo sacarles el máximo partido, pues hay algunos casos especiales que nos requerirán que hagamos acciones concretas, como colocar un trozo de carne en un río para atraer a una marabunta de pirañas y que estas ataquen a los monstruos que tengan cerca.
Aquí tenemos que destacar sobre todo a las animaves, unas pequeñas aves que potenciarán a nuestro cazador durante una sola misión al pasar cerca de ellas, pudiendo así aumentar nuestras estadísticas de vida, resistencia, ataque y defensa hasta un máximo impuesto por el petalazo que llevemos equipado, dándonos así otro motivo para salirnos de los caminos y aprendernos rutas no tan evidentes con el fin de recoger la mayor cantidad de animaves que nos sea posible mientras perseguimos a nuestras presas.
Los mejores amigos del cazador
Otra novedad que hace que la exploración de los escenarios sea tan placentera la tenemos en la introducción de los camaradas Canynes, una especie de perros que nos acompañarán durante las misiones y sobre los que nos podemos montar para movernos a toda velocidad sin consumir resistencia, haciendo mucho más agradables nuestros desplazamientos. De hecho, es incluso posible usar ciertos objetos cuando estamos sobre ellos, pudiendo así, por ejemplo, afilar nuestra arma al mismo tiempo que nos movemos.
Evidentemente, pueden subir de nivel, podemos forjarles armas y armaduras y tienen la posibilidad de aprender diferentes habilidades, tanto de combate como pasivas, por lo que son unos compañeros muy útiles a la hora de explorar y luchar. Esto no significa que hayan desaparecido los camaradas Felynes, pues siguen estando presentes, y un detalle muy interesante de todo esto es que ahora en el multijugador siempre podremos llevarnos de caza a un camarada de nuestra elección, de modo que podemos llegar a ser hasta cuatro cazadores con sus respectivos compañeros, lo que suele resultar en unas batallas muy espectaculares y multitudinarias.
La emoción de la caza
Como podréis suponer, todo lo que hemos comentado hasta ahora tiene su incidencia de un modo u otro en la que es la gran estrella del juego: los combates contra los grandes monstruos. Si bien las armas son las mismas de siempre, el manejo de todas ellas ha sufrido cambios considerables y hay nuevos combos y técnicas que tendremos que aprender y dominar, algo que, junto a las habilidades que podemos realizar con el cordóptero, les dan un toque muy fresco y satisfactorio. Aquí nos ha gustado especialmente lo personalizables que son, pudiendo desbloquear nuevos golpes con los que podemos equiparnos en sustitución de otros para así crear un cazador con un estilo de combate hecho a nuestra medida.
En general, los enfrentamientos son ahora muchísimo más ágiles, dinámicos, intensos e imprevisible que en ninguna otra entrega, pudiendo darse situaciones de todo tipo durante los mismos mientras las bestias nos asedian sin parar y usamos todas las herramientas de las que disponemos para esquivar, cambiar de altura y crear oportunidades para pasar al ataque. A destacar también lo bien que funcionan las cajas de colisiones y la interacción que tienen los ataques de los enemigos con el entorno, un punto en el que es muy superior a World.
Pero si hay algo que nos ha vuelto a dejar fascinados es su bestiario: simplemente alucinante. Ahora mismo cuenta con más de una treintena de monstruos grandes entre los que se incluyen viejos conocidos y bestias completamente nuevas. La elección de criaturas nos ha parecido una de las mejores y más equilibradas de toda la serie, recuperando a grandes favoritos como Tigrex, Nargacuga, Zinogre, Rathalos o Rajang al mismo tiempo que introduce seres tan espectaculares y con rutinas tan únicas y originales como Bishaten, Goss Harag o Rakna-Kadaki. El resultado final es impecable y consigue que las batallas sean muy diferentes entre sí y hagan gala de una variedad altísima tanto a nivel de diseño como de mecánicas.
¿Riders o cazadores?
Continuando con las novedades no nos podemos olvidar de mencionar que ahora es posible montarnos sobre los monstruos para controlarlos temporalmente, una nueva y espectacular mecánica que nos permitirá enfrentar a estas bestias entre ellas y provocar que se estampen contra paredes y montañas para aturdirlos y hacerles muchísimo daño.
Para cabalgar sobre ellos hay varios métodos, aunque los más comunes suelen ser que queden aturdidos en una batalla territorial contra otra criatura o hacerles una buena cantidad de daño con técnicas de ataque que usen al cordóptero. El control de estos seres es muy simple, pero increíblemente divertido y satisfactorio, pues nos permiten usar los golpes más característicos e icónicos de cada uno, como la voltereta de Rathian o el “Kame Hame Ha” del Rajang, transmitiéndonos una sensación de poder inigualable. Además, si conseguimos acertar el suficiente número de ataques como para rellenar un medidor, podremos ejecutar su movimiento más devastador antes de que nos obliguen a desmontarnos. En términos generales se trata de una mecánica tan útil como divertida que ayuda a aportar un extra muy bien recibido de espectáculo y profundidad a las cacerías, ofreciéndonos una herramienta más con la que usar el propio ecosistema en nuestro favor para acabar con nuestras presas.
La lucha contra el Frenesí
Otro añadido muy destacable e importante reside en las misiones de Frenesí, unas nuevas batallas al más puro estilo tower defense en las que deberemos defender una fortaleza del asedio de numerosas hordas de monstruos. Para ello dispondremos de unos puestos en los que podemos instalar diversas armas, como cañones o explosivos, que nos serán tremendamente útiles para repeler el ataque de las bestias.
A medida que rechacemos a los invasores y cumplamos objetivos secundarios iremos ganando experiencia y subiendo el nivel de nuestra fortaleza (siempre empezará en nivel 1), reforzando así nuestras instalaciones y desbloqueándonos el acceso a nuevas armas y artilugios. Como podréis intuir, la clave reside en colocar con cierta estrategia los puestos que actúan de manera automática y los que requieren que un cazador los maneje manualmente, así como priorizar nuestros blancos, pues cada criatura asaltante tiene un rol distinto (por ejemplo, un Anjanath buscará derribar puertas, mientras que un Rathalos irá a por los cazadores y puestos defensivos).
La guinda del pastel la ponen los Apex, unas variantes increíblemente poderosas de monstruos ya conocidos que lideran a las hordas en algunas de las misiones de Frenesí de alto rango. Para que os hagáis una idea de cómo son, podríamos definirlos como una especie de mezcla entre subespecies y criaturas curtidas, así que podéis esperar no solo que sean más fuertes y grandes, sino también que os sorprendan con nuevos ataques e incluso elementos.
Todo esto acaba dando forma a unas batallas que son todo un espectáculo, que ayudan a darle variedad al juego al proponernos algo diferente a las cacerías tradicionales y que difícilmente podrían ser más intensas. Nosotros nos lo hemos pasado genial con ellas, especialmente al jugar en multijugador y coordinar nuestra defensa con nuestros compañeros, pues en solitario pueden llegar a ser algo frustrantes al tener que ocuparnos de hacer demasiadas cosas a la vez mientras los monstruos nos asedian desde todas direcciones. Por supuesto, son unas misiones con mucha presencia en el endgame del juego, ya que nos permitirán conseguir, además de materiales, unos ítems necesarios para potenciar nuestras armas con habilidades adicionales. Sin duda, un gran añadido que se complementa genial con la fórmula clásica de la serie.
Contenidos y mejoras de calidad de vida
Hablando de contenidos, cabe destacar que, a pesar de encontrarnos ante un juego con muchísimas horas de calidad y que no va precisamente falto ni de misiones, retos o monstruos, lo que nos ofrece no se puede comparar a las versiones expandidas de anteriores títulos de la serie. No es algo que nos parezca negativo como tal, ya que, de hecho, es un juego mucho más completo de lo que lo fueron las ediciones base de cualquiera de sus predecesores, pero sí que es un punto que debemos dejar claro para que nadie se lleve a engaños.
Quizá lo que más hemos echado de menos son misiones de mayor dificultad, ya que no hay un Rango Maestro o G y las misiones de Alto Rango se nos han antojado un tanto sencillas. Evidentemente, hay un ambicioso plan de actualizaciones gratuitas que promete aportar de forma periódica nuevos monstruos y retos cada vez más complicado, pero ahora mismo nos hemos quedado con las ganas de algo que realmente nos ponga a prueba.
En otro orden de cosas, tenemos que aplaudir la ingente cantidad de mejoras de calidad de vida que se han incluido, como el hecho de que ya no tengamos que llevar herramientas de recolección (picos, redes, cebos de pesca, etcétera) o que al interactuar una vez con un objeto recibamos de golpe todo lo que contiene, aligerando muchísimo los “farmeos” de recursos. Estos son tan solo unos pocos ejemplos, ya que han tantas mejoras de este tipo que necesitaríamos varios párrafos para listarlas todas, pero todas contribuyen a que sea un juego más ágil, directo y claro que nos permite ir más al grano.
De hecho, la interfaz está mucho mejor diseñada y nos indica de manera evidente cosas como las misiones que son necesarias para subir de rango o cuándo una criatura es susceptible de ser capturada. También nos ha gustado bastante que en la Aldea se hayan incluido unas pruebas especiales que si las superamos nos permitirán subir nuestro nivel de cazador en la sala multijugador para evitarnos tener que repetir monstruos que ya se nos queden pequeños.
Exprimiendo Nintendo Switch hasta sus últimas consecuencias
Para rematar todo este conjunto de bondades nos toca hablar de su espectacular apartado audiovisual. Aquí no vamos a andarnos con rodeos, ya que se trata del que es, junto a Luigi’s Mansion 3, el nuevo referente gráfico de la consola, uno de esos títulos que, en lo técnico, deja en evidencia a la inmensa mayoría de los juegos de Switch, incluyendo a los de la propia Nintendo. Y sí, funciona con RE Engine, el motor propio de Capcom que ha demostrado ser brutalmente versátil y adaptarse a las mil maravillas a las limitaciones de la híbrida.
Los modelados, la distancia de dibujado, la calidad de imagen, las texturas, las animaciones, los efectos, la cantidad de elementos que llega a juntar simultáneamente, etcétera. Todo está a un nivel altísimo tanto en sobremesa como en portátil, siendo especialmente sorprendente el resultado cuando lo vemos en la pantalla de la consola, con una imagen tremendamente nítida y bien definida. Además, el online rinde de maravilla y no hemos detectado ni un solo tirón ni siquiera en los momentos de mayor estrés, manteniendo de manera sólida y constante los 30 fps.
Sumadle un diseño artístico exquisito y con personalidad, el enorme tamaño que tienen los escenarios y lo bien que funcionan las físicas y entenderéis fácilmente el espectáculo gráfico que despliega. Quizá podríamos quejarnos de que en ocasiones muy contadas, en escenarios estrechos y con enemigos grandes, se produce algo de clipping con las paredes que nos puede impedir atacar a ciertos puntos de los monstruos hasta que se mueven, pero nada grave ni que se dé con asiduidad.
Finalmente, solo cabe decir que la banda sonora es una auténtica pasada que adapta las melodías de la serie a un estilo más japonés, aportando coros y cánticos a multitud de temas clásicos e introduciendo otros completamente nuevos que no nos hemos cansado de escuchar tras más de 60 horas de caza. Las composiciones son variadísimas, épicas y captan a la perfección la emoción e intensidad de cada combate. Por su parte, los efectos también son sobresalientes, especialmente en lo referente a los rugidos de los monstruos, y el doblaje nos llega tanto en inglés como en japonés, ambos de calidad, y con textos en español. Como curiosidad, hay una tercera opción para las voces que nos permite escucharlas en el lenguaje ficticio de la saga.
ConclusionesCome from Online Betting Site
Monster Hunter Rise es un firme paso hacia delante para la saga, equivalente en muchos sentidos al que hubo de los títulos clásicos a World. Un juego con el que Capcom ha conseguido llevar sus cacerías a un nuevo nivel puliendo sus mecánicas hasta cotas insospechadas, introduciendo multitud de mejoras de calidad de vida y aportando un gran número de novedades que hacen de esta la entrega más divertida y satisfactoria de jugar de toda la serie, por no mencionar su apabullante apartado audiovisual ni su exquisito bestiario.
Si no decimos de manera rotunda que es el mejor Monster Hunter es porque todavía está a una expansión y varias actualizaciones de serlo. Sí, tiene contenidos como para parar un tren, pero sus predecesores todavía le sacan mucha ventaja en este frente y se echan en falta misiones que realmente pongan a prueba a los cazadores más veteranos. Más allá de eso, lo que nos queda es un juegazo de tomo y lomo que es, desde ya, uno de los grandes imprescindibles de todo el catálogo de Nintendo Switch. Y eso es mucho decir.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Nintendo.